Si mi perro hablara, diría viva Cuba: Lily Novo

Lily Novo
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27/08/2014 – La presentación de la novela Réquiem habanero por Fidel, del autor J.J. Armas Marcelo, en la X Feria Internacional del libro de Panamá, más que mostrar los dones literarios de su autor trató de complacer a un auditorio “ausente” que no tiene ni la capacidad literaria, ni la veracidad de sus convicciones para entender la frase célebre del ilustre mexicano Benito Juárez “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Recurrir a la mediocridad de recursos literarios, como la burla, los malos deseos, la irrespetuosidad es lo que conlleva a que la ira aparezca en un grupo de personas que sí tienen criterio propio y que son conocedores de los esfuerzos de un país bloqueado por llevar adelante su proyecto revolucionario, nada exime a Cuba y a sus cubanos y cubanas de cometer errores y de equivocarse, pero sí los caracterizan su capacidad de rectificar y de no dejar que su suelo patrio sea pisoteado y que su historia sea mal contada.

Cuba tiene un pueblo culto para leer mediocres escritores, un plumífero. Nuestro pueblo es demasiado digno para que le ofendan y le deseen la muerte a quien ha dado su vida por hacer realidad los sueños de la mayoría de sus habitantes, extremadamente valiente para no dejar de expresar su repudio por las injusticias que se cometen y muy solidario para extender su mano a quién lo necesite. Fidel Castro es y será la luz que ilumina a millones de hombres y mujeres del mundo, será recordado en la historia por defender las causas nobles y justas de los pobres y los desposeídos y será bendecido por Dios eternamente

El guaguancó cubano lo bailan los cubanos, ningún país extranjero tiene las claves para tocarlo y menos los que ultrajaron y saquearon nuestro continente, quienes no se resignan a que la cubanía es autóctona y que su música tiene más de timbales que de castañuelas. Un instrumento musical se toca de diferentes maneras, no hay que tener oído, hay que tener corazón, los cubanos dirían otra palabra, que es lo que les sobra a ellos y les falta a muchos. Coraje.

La mentira, el odio y la complacencia están en la novela Réquiem habanero por Fidel, su autor ni le quitó puntos políticos ni puntos ideológicos y “si es un perro viejo” en estas cosas, su sentido del humor aburrido y fuera de época me hace recordar una frase de mi abuela Joaquina “ver para creer”, la miopía hacia la realidad y la pobreza de alma se entrelazan en la obra con gran omnipotencia y prevalecen las propias frustraciones de su actor. Su matrimonio no es con Cuba, es con los que difaman de su pueblo. Para escribir libros se requiere de mucho talento y para ser perro viejo se necesita de un excelente pedigrí del cual su autor carece. Si los perros pudieran mostrar su inconformidad levantarían su voz en contra, porque de algo ellos están claro. Cuba es tan fiel a sus amigos, como ellos son el mejor amigo del hombre. En Panamá hay mucho respeto por Cuba en todos los aspectos.