Por Silvina Romano y Aníbal García
Trump en Venezuela: El 17 de julio, la Casa Blanca declaró “que los EEUU están preparados para implementar fuertes sanciones económicas a Venezuela en caso de que el gobierno no decline en la convocatoria a la Asamblea Constituyente”.[1] Valen algunas consideraciones sobre estas sanciones, teniendo en cuenta la trayectoria del gobierno de Trump en Venezuela –que continúa con el intervencionismo propiciado por la administración Obama y que se ajustan a los pasos establecidos en Operation Freedom II -.[2]
Sobre las sanciones económicas
La mayoría de los medios afirman que el objetivo es golpear la economía venezolana, que depende en un 95% de los ingresos del petróleo, ya que el gobierno estadounidense podría “aplicar un paquete de sanciones sectoriales a PDVSA”.[3] Entre las posibilidades que se barajan, está la de prohibir cualquier transacción en de dólares con PDVSA. Esto afectaría no solo a la petrolera estatal venezolana, sino al mercado del petróleo a nivel mundial, a la vez que pondría en una situación complicada a EEUU, considerando que importa crudo principalmente de Arabia Saudita, Canadá y Venezuela. En efecto, desde hace tiempo se escuchan críticas al interior de EEUU respecto de esa medida, pues si bien desde el gobierno se plantea reemplazar el petróleo proveniente de Venezuela con reservas estratégicas locales, algunos empresarios del sector afirman que “el petróleo venezolano no es fácil de sustituir” y que “Venezuela podría limitarse simplemente a vendérselo a otro”[4], disminuyendo el efecto esperado por las sanciones. Seguir leyendo La injerencia de #Trump en #Venezuela: dichos y hechos