Bolton es catalogado como un halcón en política internacional, debido a su trayectoria con los ex presidentes estadounidenses Ronald Reagan y George W. Bush, siendo protagonista clave en los preparativos para la invasión a Irak en 2003. En 2001, Bolton era Subsecretario de Estado para Control de Armas y Seguridad Internacional, y bajo esta designación tuvo un rol preponderante en aquella expedición imperialista hacia Medio Oriente.
Una de sus maniobras era conducir la expulsión en abril de 2002 del Director General de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), José Bustani. En un artículo de The New York Times de 2013, Bustani manifiesta que para la administración de Bush era un obstáculo la inspección de armas químicas en Irak que propuso la OPAQ para lograr una resolución pacífica al conflicto en 2002. Seguir leyendo ¿Cuál es el polémico caso sexual que John Bolton busca mantener en silencio?→
El presidente Donald Trump no cesa en sus acusaciones contra Cuba. En una entrevista el pasado jueves con Telemundo –por cierto, la primera que ofrece a una televisora en español– aseguró: «¿Ves lo que está pasando en Venezuela? Es horrible. ¿Y sabes quién es el principal responsable del problema? Cuba. Tienen 25 000 soldados».
Como si fuera poco dijo también que va «a arreglar la situación en Cuba» y que su política de endurecimiento del bloqueo y la imposición de otras medidas con las que se revierte el acercamiento bilateral alcanzado durante el mandato de Barack Obama, podría «acelerar la transición hacia la democracia en la isla comunista».
Reiteró que la Mayor de las Antillas es la responsable de la prolongación de la crisis en Venezuela, por el apoyo militar que brinda al gobierno de Nicolás Maduro, aunque admitió que Juan Guaidó no ha logrado «desplazar» al mandatario venezolano porque eso es «un proceso» que lleva tiempo.
Definitivamente, lo que el presidente estadounidense tiene con Cuba y Venezuela es una obsesión, que lo lleva a ser irracional, compulsivo, monotemático y grosero, repitiendo argumentos absurdos que no creen ni en su propio país.
Cuba ha desmentido estas y otras tantas calumnias orquestadas desde Washington, porque nos asiste la fuerza de la razón y la verdad. Las únicas tropas que tenemos en Venezuela son las que integran el Ejército de batas blancas de la medicina cubana que ayuda allí a salvar millones de vidas, tal como lo hacen otros miles en muchas partes del mundo. En la nación bolivariana están también nuestros maestros y profesores, quienes fungen como coordinadores y asesores de las misiones que han elevado la calidad de la educación de ese país y la han llevado hasta los más recónditos parajes. Allí están los instructores de arte que rescatan y refuerzan la identidad nacional y latinoamericana, y los deportistas que trabajan en la captación y formación de jóvenes talentos, así como en la preparación de muchos otros que representan a esa nación en competencias internacionales.
Las aberraciones de Trump, tal como las de su asesor John Bolton –otro mentiroso patológico– ponen al descubierto de forma desvergonzada quiénes son los verdaderos responsables de la situación en Venezuela: los mismos que intentan con vehemencia asfixiar económicamente al pueblo cubano, rendirnos por hambre y enfermedades, desprestigiar la voluntad y el amor que esparcen nuestros colaboradores y denigrar la esencia misma de la solidaridad.
El presidente de los consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel, demandó hoy el cese de la hostilidad estadounidense contra Venezuela, tras el reconocimiento abierto por Washington de sus planes para derrocar la Revolución Bolivariana y a su líder, Nicolás Maduro.
‘John Bolton anunció este domingo los planes de los EE.UU. de crear una coalición con el objetivo expreso de derrocar al gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Persisten en la perversa agresión e injerencia’, denunció en su cuenta de la red social Twitter.
Díaz-Canel exigió a la Casa Blanca poner las manos fuera del país sudamericano.
Bolton admitió en una entrevista concedida el fin de semana a la televisora CNN el objetivo de formar una coalición ‘lo más amplia posible’ para lograr el cambio de régimen.
También el canciller cubano, Bruno Rodríguez, rechazo la cruzada anti-venezolana de Washington, la cual enmarcó en el empeño de la actual administración de impulsar la Doctrina Monroe, una política de injerencia y dominación de Estados Unidos en América Latina.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, suspendió por otros 30 días la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, pero abrió por primera vez desde 1996 la posibilidad de que se establezcan demandas contra determinadas empresas cubanas bajo este acápite.
A partir del 19 de marzo la suspensión de la posibilidad de entablar demandas legales no se aplicará en el caso de las “entidades y subentidades” incluidas en la lista unilateral del Departamento de Estadode empresas que supuestamente están vinculadas a la defensa y el sector de la seguridad nacional.